lunes, 4 de julio de 2011



-Me cogió de la cintura y me hizo bailar al compás de aquella música. Aquella música lenta, que parecía que se fuera a romper al mismo tiempo que resonaba por toda la sala gracias a aquel radiocaset.
Me tendió la mano para que saliera a bailar. Nuestros pies se compasaban a medida que íbamos avanzando. No había nadie ya, estábamos solos. Había estado toda la noche sentada en esa silla mirando como los demás salían a bailar y divertirse mientras yo allí no me levantaba decidida a hacerlo por el miedo a tropezar o la vergüenza de que todos me miraran.
Pensaba que estaba allí sola cuando acabó la música pero entonces oí de nuevo el radiocaset y le vi salir de aquel rincón con su traje azul marino, acercándose a mi.
Bailamos y bailamos hasta las tantas de la madrugada.
Creí que nunca podría disfrutar de algo así si no era sola. Pero me equivocaba. Las palabras que salían de su boca danzando por mi cuello hasta llegar a mi oído me impidieron volver a pensar que nunca le volvería a ver.

1 comentario:

  1. Tiene un aire entre bonito y fantasioso porque tal como está narrado me lo imagino como si ella lo estuviese soñando xD

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